Los hallazgos del estudio muestran que el “reciclaje de lluvia”, el proceso por el cual la humedad de las plantas, el suelo y los cuerpos de agua regresa a la atmósfera y cae nuevamente en forma de lluvia, está aumentando casi un 30 por ciento debido a la interacción entre las prácticas agrícolas y la relativa acuíferos poco profundos. El trabajo, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, destaca que las precipitaciones durante los meses de verano, cuando madura el maíz, se vuelven particularmente importantes en términos del sistema climático local.
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El estudio del procesamiento de las precipitaciones puede ayudar a mejorar los pronósticos de precipitaciones y optimizar las estrategias de siembra y gestión del agua en el Cinturón del Maíz. Comprender de dónde proviene la lluvia es fundamental para los agricultores y los administradores del agua en esta región agrícola. Por lo tanto, los cambios en la agricultura tienen un impacto significativo en el clima regional, con implicaciones importantes para la seguridad alimentaria y hídrica.